¿Cómo surgió?
La interpretación simultánea, o de conferencias, es una profesión relativamente actual. Se cree que la interpretación consecutiva surgió en el siglo XX y que se practicó por primera vez después de la Primera Guerra Mundial y antes de la firma del Tratado de Versalles. Hasta ese momento, el francés era el lenguaje diplomático, pero el inglés cobró importancia después de la guerra por motivos evidentes. Por lo tanto, hubo que traducir del inglés al francés y viceversa. En el período entre guerras, se creó un equipo de intérpretes de consecutiva que trabajaban en la Sociedad de Naciones en la combinación inglés/francés.
Por otro lado, la mayoría de los autores sostiene que la interpretación simultánea se empleó por primera vez después de la Segunda Guerra Mundial, durante el Juicio de Nuremberg. Gracias al éxito obtenido después de este evento, la ONU se interesó por este tipo de interpretación. La consecutiva, utilizada hasta este momento, hacía perder demasiado tiempo. A pesar de la reticencia que imponía la nueva modalidad, se terminó de imponer lentamente hasta convertirse en la técnica más utilizada hoy en día en todo el mundo.
¿Qué es la interpretación simultánea?
La interpretación simultánea se logra cuando un orador da un discurso y el intérprete transmite ese mismo mensaje en otro idioma, en tiempo real. No obstante, esta técnica no se realiza de manera simultánea como indica su nombre. Siempre debe existir un defasaje entre las palabras del orador y las del intérprete, que le da un tiempo a este último para analizar, procesar y traducir la idea. Todo esto, ¡en cuestión de segundos! Debido a que la mente humana puede retener hasta un máximo promedio de 9 ó 10 palabras de forma literal, el intérprete debe hablar por sobre el orador con una diferencia de sólo 3 ó 4 palabras aproximadamente, para no perder el concepto principal del discurso, ni para “olvidarse” u omitir información esencial para que el público comprenda.
Por otro lado, se necesitan equipos especiales (cabinas insonorizadas, micrófonos, consolas de sonido, entre otros). El público escucha el idioma elegido gracias a audífonos que están conectados a receptores inalámbricos.
¿Dónde se realiza este tipo de interpretación?
En general, este tipo de servicio se brinda en conferencias, grandes reuniones, seminarios, eventos multilingües, convenciones, jornadas, talleres o cualquier tipo de encuentro al cual acuda un público numeroso. Es por este motivo que se suelen utilizar las cabinas insonorizadas que ya se mencionaron, junto a todo el sistema de sonido.
¿Cómo es el trabajo del intérprete?
Para ser intérprete de simultánea, no basta con conocer dos idiomas diferentes. En primer lugar, se debe preparar el tema que se tratará. El tiempo que se le dedica a la preparación depende de cada profesional. Pensemos en un intérprete cuya jornada es de 8 a 12:00 y de 14 a 18:00. El tiempo que requiera prepararse para una reunión en particular dependerá del conocimiento del asunto que será tratado, del tiempo disponible, del sentido de responsabilidad, entre muchos otros factores. El conocimiento del tema de la reunión o conferencia es muy importante para el rendimiento del intérprete. Es evidente que no sólo hay que conocer el tema tratado, sino que también hay que tener conocimiento del vocabulario específico de cada evento porque puede suceder que, en una reunión, surjan términos desconocidos, incluso en la lengua materna. Además, un intérprete no puede hablar de algo que no conoce. No se trata solamente de entender o no la lengua de origen, sino de poder utilizar palabras en la lengua madre que nunca se han oído o leído: para eso hace falta la preparación. Uno puede prepararse a partir de los discursos o documentos de la reunión en cuestión, periódicos, revistas especializadas, libros de referencia, enciclopedias, Internet, glosarios, etc.
Durante su trabajo, el intérprete está sentado en la cabina, oye un discurso pronunciado en el idioma de origen (idioma B) y lo repite en su lengua madre (idioma A). En general, los intérpretes trabajan en parejas. Esto permite que, mientras uno trabaja, el otro puede ayudarlo a transmitir el mensaje. Puede anotar fechas, nombres, apellidos, calles, ciudades, números, y también puede buscar algún término desconocido en Internet, o lo puede consultar con algún otro experto en el tema. Todo esto permite que el intérprete en función se concentre en la idea general del discurso, el acento del orador, el nivel de conocimiento de una lengua extranjera cuando el orador se expresa en ella, la lectura de un texto escrito, la velocidad con la que se pronuncia el discurso, la mala calidad de la intervención del orador, y demás.
Fuente: Trusted Translations
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