lunes, 24 de octubre de 2011

Die fünf Schritte zur modernen Orthographie

Erster Schritt: Wegfall der Großbuchstaben

einer sofortigen einführung steht nichts im weg, zumal schon grafiker und werbeleute zur kleinschreibung übergegangen sind.

zweiter schritt: wegfall der dehnungen und schärfungen

dise masnahme eliminirt schon di gröste felerursache in der grundschule, den sin und unsin unserer konsonantenverdopelung hat onehin nimand kapirt.

driter schrit: "v" und "ph" werden durch "f" sowi "z", "tz" und "sch" durch "s" ersetzt:

das alfabet wird um swei buchstaben redusirt, sreibmasinen und sesmasinen fereinfachen sich, wertfole arbeitskräfte könen der wirtsaft sugefürt werden.

firter srit: "q", "c" und "ch" werden durch "k", "j" und "y" durch "i" sowie "pf" durch "f" ersest:

iest sind son seks bukstaben ausgesaltet, di sulseit kan sofort fon neun auf swei iare ferkürst werden. anstat aksig prosent rektsreibunterikt könen nüslikere fäker wi fisik, kemi oder reknen ferstärkt gelert werden.

fünfter srit: di seiken "ä", "ö" und "ü" werden durk "a", "o" und "u" ersest:

ales uberflusige ist iest ausgemerst. die ortografi ist wider slikt und einfak. naturlik benotigt es einige seit, bis dise fereinfakung uberal riktig ferdaut ist, fileikt sasungsweise ein bis swei iare.
anslisend durfte als nakstes sil die fereinfakung der nok swirigeren und unsinigeren gramatik anfisirt werden.

sábado, 22 de octubre de 2011

Breves reflexiones sobre lo que los clientes pueden (o quieren) permitirse

El otro día me contaba un amigo y colega de profesión que una agencia del Reino Unido se había puesto en contacto con él para ofrecerle una traducción de carácter más o menos general por 0,06 € por palabra (no se sabe si de origen o de destino), dado que, al ser la primera colaboración de la agencia con el cliente final, el presupuesto no era muy generoso y ese precio era el máximo que el cliente se podía permitir (sic). El mensaje concluía preguntándole a mi amigo si podía aceptar esa tarifa para una primera colaboración. Al instante empezaron a brotar y bullir en mi mente varias ideas y reflexiones:
  • ¿Por qué el hecho de que sea una primera colaboración implica que el presupuesto sea poco generoso? No veo la relación. En mi opinión, que el cliente no quiera o no pueda pagar más es independiente del hecho de que sea la primera, la segunda o la enésima colaboración. ¿O es que acaso el cliente considera que debe pagar menos por el servicio porque, como nunca antes ha trabajado con la agencia, no tiene la garantía de que el resultado será bueno? Señor cliente, si eso es lo que piensa, sepa usted que el servicio y el esfuerzo necesario para llevarlo a cabo son los mismos siempre, por lo que es de recibo pagar el precio que corresponde y no andar racaneando por si las moscas. Es más, en todo caso habría que pedir una tarifa más alta, dado que al ser un cliente nuevo será preciso invertir más tiempo en organizar el método de trabajo, definir sus necesidades y preferencias y, en definitiva, acostumbrarse a él y sus encargos.
  • Por otro lado, si se trata de la primera colaboración del traductor con la agencia, ¿por qué este habría de hacerle el favor de rebajar (considerablemente) su tarifa para un primer encargo? Personalmente, yo haría eso por un buen cliente con quien lleve tiempo trabajando o, si acaso, por un proyecto apetecible que me interese aceptar, pero no por un encargo normal de un cliente desconocido que me prometa expresa o subliminalmente que habrá más trabajo en el futuro. A saber si en el futuro acepta mi tarifa completa o vuelve a pedir descuentos.
  • Dicho todo lo anterior, debo confesar que la parte del mensaje que más me gusta es que «ese es el máximo que el cliente se puede permitir». Pongamos un ejemplo peregrino, pero sumamente ilustrativo: si yo solo me puedo permitir gastar 8000 euros en comprar un coche, ¿se me ocurre ir a un concesionario de Porsche con la esperanza de que, como es el primer coche que compro, me rebajen el precio para ajustarse a mis necesidades? Digo yo que será el cliente el que tendrá que ajustar su presupuesto a la oferta del mercado y no el mercado el que tiene que ajustarse a los cuartos de los que dispone el cliente. Y dado que hay traductores que trabajan por 0,06 € (e incluso menos), ¿por qué no recurrir directamente a ellos en vez de andar perdiendo el tiempo regateándole las tarifas a un traductor que cobra más? Además, siempre me ha parecido poco serio que el cliente establezca de entrada la tarifa que está dispuesto a pagar en vez de preguntar por las tarifas de varios traductores y escoger al que más le convenga en función de su presupuesto, o bien intentar negociar con el que más le interese para llegar a un acuerdo. Así es como funciona la cosa en el mundo normal: el proveedor pide un precio y el cliente decide si compra o no compra, o si intenta negociar para obtener una rebaja; en el mundo paralelo de los traductores, es el cliente el que dicta el precio que va a pagar y el proveedor tiene que decir si acepta o no acepta la oferta. Absurdo.
    Por otro lado, dice la agencia que 0,06 € por palabra es el precio máximo que el cliente se puede permitir. ¿Hemos de entender, pues, que la agencia no va a cobrar ningún suplemento por su intermediación? Porque si 0,06 € es lo que el cliente puede pagar y esa es la tarifa que se le va a pagar al traductor… Algo me hace sospechar que 0,06 € es en realidad lo que la agencia, y no el cliente final, se quiere permitir.
Ojo, no estoy entrando a valorar si la tarifa de marras es alta o baja; simplemente he querido plasmar una serie de reflexiones sobre el modo en que suele funcionar la negociación entre el traductor y el cliente (agencia) y sobre las prácticas que, por algún motivo que no alcanzo a comprender, se han instaurado en nuestro sector.



jueves, 13 de octubre de 2011

Viajando a Maguncia: Los diez mandamientos de la traducción de topónimos en la UE


Me ha parecido oportuno sacar un viejo artículo publicado en la revista Puntoycoma por Miquel Vidal Millan de la Dirección General de Traducción de la Comisión Europea acerca de la problemática (a veces artificial por cuestiones políticas) que suele rodear la traducción de los topónimos. Podemos encontrar un cuadro de reglas y excepciones acerca de cómo proceder con los endotopónimos y los  exotopónimos y, finalmente, lo que Miquel Vidal Millan denomina «Los diez mandamientos de la traducción de topónimos en la UE» y que reproduzco a continuación:

Los diez mandamientos de la traducción de topónimos en la UE

  1. Tener siempre presente la «Lista de Estados y territorios», incluida en el Libro de estilo interinstitucional y, por tanto, de obligado cumplimiento para traductores, correctores, revisores y terminólogos de los servicios de todas las instituciones y órganos de la ue.
  2. Estar al corriente de la evolución política general; tener el reflejo de no cambiar de forma automática un topónimo desconocido que pueda reflejar un cambio político que debe tenerse en cuenta. En tal caso, dar cuenta de tal modificación a los corresponsales de la institución ante el Grupo Interinstitucional de Toponimia.
  3. Saber distinguir entre los documentos protocolarios y los textos de divulgación: un acuerdo pesquero puede exigir la forma «Côte d’Ivoire», mientras que en un folleto destinado al gran público la forma «Corea del Norte» es mucho más explícita que «la r.p.d. de Corea».
  4. Ante un topónimo desconocido, no tener ningún miedo a consultar los atlas y las enciclopedias que haga falta: primero es la geografía, y luego la traducción.
  5. En caso de duda, no vacilar en acudir a los corresponsales de la institución ante el Grupo Interinstitucional de Toponimia.
  6. Si el endotopónimo se escribe en otro alfabeto o en cualquier forma de escritura distinta del alfabeto latino y carece de transcripción tradicional al español, tener en cuenta las normas establecidas para transliterar dicha escritura.
  7. Vigilar los diacríticos, aunque no sean propios del español: así, Munster (endotopónimo: An Mhumha) es una provincia irlandesa, mientras que Münster pertenece a Westfalia.
  8. En la medida de lo posible, no inventar nunca un topónimo de nueva planta sin haber efectuado una consulta previa al Grupo Interinstitucional de Toponimia. En caso contrario, informarle a posteriori.
  9. En los topónimos menores (nombres de pueblos, aldeas o pequeños accidentes geográficos), la mejor solución acostumbra a ser ceñirse al endotopónimo.
  10. Utilizar lo menos posible los gentilicios (por ejemplo: preferir siempre «una iglesia de Jerusalén» a «una iglesia hierosolimitana») y recurrir a ellos solo en última instancia (para evitar la repetición o ganar en concisión, por ejemplo: al sustituir «un ciudadano de los Emiratos Árabes Unidos» por «un emiratounidense»).
Sin duda alguna, una buena orientación para cualquier profesional de la traducción e interesados en la materia. Si de mí dependiera sería de obligada lectura para más de un periodista. Por cierto, yo cuando viajo lo hago a Maguncia y Hamburgo.
 

1ª Aniversário do Movimento Internacional Lusófono

1º ANIVERSÁRIO DO MIL
 
convidamos todas as Associações Lusófonas a estarem presentes
 
15 de Outubro, Sábado, 16h
Sociedade da Língua Portuguesa
Lisboa, Rua Mouzinho da Silveira, 23 (junto ao Marquês de Pombal)

Apresentação das Obras
MIL
Propostas e Iniciativas em prol da Convergência Lusófona
NOVA ÁGUIA
número 8: “O pensamento da cultura de língua portuguesa”

por Pinharanda Gomes
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Expressamente apoiado por algumas das mais relevantes personalidades da nossa Cultura, o MIL é um movimento cultural e cívico, registado notarialmente no dia 15 de Outubro de 2010, que conta já com mais de 5 MIL adesões, de todos os países da CPLP. Entre os nossos órgãos, eleitos em Assembleia Geral, inclui-se um Conselho Consultivo, constituído por 70 pessoas, representando todo o espaço da lusofonia.
Defendemos o reforço dos laços entre os países lusófonos – a todos os níveis: cultural, social, económico e político –, assim procurando cumprir o sonho de Agostinho da Silva: a criação de uma verdadeira comunidade lusófona, numa base de liberdade e fraternidade.
CONTACTOS: 967044286; info@movimentolusofono.org
SEDE: Sociedade da Língua Portuguesa, Rua Mouzinho da Silveira, 23, 1250-166 Lisboa
NIB: 0036 0283 99100034521 85; IBAN: PT50 0036 0283 9910 0034 5218 5; BIC: MPIOPTPL; NIF: 509 580 432
Para aderir ao MIL: adesao@movimentolusofono.org (indicar: nome e área de residência)