jueves, 30 de diciembre de 2010

De cómo dos traducciones fallidas de la “Historia del Concilio de Trento” del Padre Sarpi me permiten concluir que Dios es conservador

Cuenta James Boswell en su “Vida de Samuel Johnson” que el en aquel entonces ignoto y pobre escritor inglés le propuso al editor de The Gentlman's Magazine la traducción de dicha obra del original italiano, a la cual le sumaría una vida del autor y notas teológicas, históricas y críticas, con tanta mala suerte que, apenas publicados algunos capítulos de dicho trabajo “se dio el caso, por extraordinario que pudiera resultar, de que otra persona que atendía por el nombre de Samuel Johnson, bibliotecario de St. Martin in the Fields y cura de la misma parroquia, había emprendido idéntico trabajo con el patrocinio del clero”

Paolo Sarpi

Es por ello que se produjeron “escaramuzas de poca monta” entre los homónimos rivales y luego de destruirse mutuamente, ninguno de los dos traductores siguió con el trabajo iniciado.



Superstición por la estadística
Me preguntaba cuantas posibilidades había de que ocurriera lo que ocurrió, es decir que dos traductores se llamaran Samuel Johnson y quisieran traducir en un dieciochesco Londres la “Historia del Concilio de Trento” del Padre Sarpi. Por empezar, el primer dato que obtuve fue que en la Inglaterra de aquel entonces había seis millones de habitantes. Es cierto que Johnson parece un apellido muy común, siendo que significa “hijo de John” Por otra parte Samuel quiere decir “al que Dios escucha” o “nombre de Dios” y también era y es un nombre común. Y que si bien hubo un auge de traducciones en la Inglaterra de aquel entonces lo cierto es que en pleno siglo de las luces el 70% de la población europea era analfabeta. Por otra parte, si bien la bibliografía que existía en ese momento sobre un concilio tan importante era copiosa, lo cierto es que Sarpi, siendo un enemigo de la Iglesia Católica y estando su historia del Concilio incluida en el Index librorum prohibitorum, tenía que ser un personaje interesante para los ingleses.

Samuel Johnson

Malas noticias: Dios es conservador
 
Pero aún así, que dos Samuel Johnson quieran traducirlo a la vez, me parece que es un desafío a las estadísticas que puedo atribuírle carácter metafísico: a contrario sensu de la etimología del nombre de los traductores, Dios no quiso escuchar a ninguno de los dos Samuel decir que un Papa que elabora listas de libros prohibidos no puede ser bueno. Lo cual me lleva a una conclusión escalofriante. A Dios le gustan los papas como nuestro querido Benedicto XVI.

Consultas
Vida de Samuel Johnson, de James Boswell
http://html.rincondelvago.com/la-primera-fase-de-la-revolucion-industrial.htm
http://significadodelnombre.net/samuel.html http://www.misabueso.com/nombres/nombre_samuel.html
http://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/5577/1/RAEI_01_07.pdf
http://es.wikipedia.org/wiki/Ilustraci%C3%B3n
http://es.wikipedia.org/wiki/Paolo_Sarpi

 
 





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